sábado, 19 de octubre de 2019

Jimó - Parte 1.7


Capítulo 7


El entrenamiento de los guerreros había comenzado hacía ya más de media hora para cuando el mago apareció en la colina de iniciación acompañado de Ido. Nadie dijo nada, el pequeño Franki se había dormido sobre la roca esperando abrazado a su muñeco, los otros dos estaban haciendo pelear a sus MEDEs.
-Me… Me quedé dormido… ¿Qué paso…?
-Nada Franki, no te preocupes… A Ido le han dado pesadillas y lo encontré durmiendo en el granero principal… ¡Comencemos! Los han traído por lo que veo, por ahora guárdenlos. Primero nos concentraremos en otra cosa, pero servirán más tarde.
- ¿Puedo descansar un poco Dazu…?
- ¿Así querías hacer un entrenamiento intensivo? - rió Dazu- Tratemos de comenzar lo antes posible y en un par de horas descansaremos un rato.
-Está bien…- dijo Ido con pocas ganas.
- ¿Qué vamos a hacer? - preguntó hiperactivo Franki
- ¡Así me gusta! ¡Ese es el ánimo que necesitamos! Les voy a enseñar algo que hace un par de años se prohibió hacer en público, y por eso no lo hice todo este tiempo. Antes de decírselos les quiero explicar que hacerlo les quita un 5% del poder por el momento en que lo hagan, pero sirve para concentrar su poder y llevarlo a un estado más… Puro por así decirlo. En caso de tenerlo dominado en un futuro y sentirse mal al usarlo en un encuentro de cualquier tipo que sea solo dejen de hacerlo…
-No digas que…- interrumpió uno delos iniciados
-Volar bajo, levitar, flotar, llámenlo como les guste.
 Franki quedó estupefacto por unos segundos después de escuchar estas palabras, y con los ojos brillosos comenzó a correr alrededor de Dazu.
- ¿¡Qué tenemos que hacer Dazu!? ¡¡Dinos ya, por favor, quiero volar!!
-Calma, lo primero que tienes que hacer es calmarte chico- Franki dejó de correr y volvió a subirse a la roca- ahora concéntrense, cada uno en su lugar, sentados y con los ojos cerrados. Pongan su mente en blanco y por ahora piensen en cosas livianas, nubes, plumas, un ave volando si quieren, lo que le venga a la mente.
 Todos hicieron caso al mago, Franki sobre la roca y los demás sobre el pasto.
-Por cierto- interrumpió el mago- esto no va a ser cuestión de horas, lleva sus días, así que no se pongan mal por no lograrlo rápido. Es un entrenamiento avanzado per los veo capaces de hacerlo.
-Dazu… ¿Cuánto tiempo tardaste? - Preguntó Ido- Solo por referencia…
-Logré levitar dos centímetros al cuarto día… Después de eso perdí la concentración al saber que lo estaba logrando y caí.
-…-
-Bien, comiencen.

-Marrow, aquí te traje algo que te podría servir… Son zapatillas con un peso extra, están un poco viejas, pero al correr con ellas te harás más ágil con el tiempo. Intenta saltar también, ganaras altura, no mucha, pero la suficiente.
-Gracias Sarím.
-No hay de que, apresúrate que tus compañeros te están dejando atrás.
 Los aprendices del guerrero estaban en su recorrido diario, doce vueltas alrededor de la aldea que aumentaban según pasaban los días, cuando un misterioso hombre encapuchado apareció sigilosamente cerca del guerrero cuando los campesinos habían desaparecido.
-Maestro…
-Sarím, no puedo estar por mucho tiempo. Tendría que hablarte de algo que pasó, pero no es el momento, sigue entrenándolos.
-Ya me preocupaba que no aparecieran, está bien, al menos se de tu paradero.
-En un par de semanas viajaran a Piedra del Alma, ¿verdad?
-Si… pero ¿¿cómo sabes…??
-Eso no importa ahora, nos veremos en la taberna, se cauteloso y que nadie te siga. Dazu también será contactado, pero será mejor que no hablen de ello.
-Está bien… Nos veremos entonces…
 Sin decir una palabra más, el encapuchado desapareció tan rápido como un haz de luz, dejando con muchas dudas a Sarím


-Dazu, me estoy durmiendo- murmuró Franki- ¿no hay alguna forma de acelerar esto?
- ¡Por supuesto! - la cara del niño se ilumino, pero no por mucho –Cerrando el pico y concentrándote, tienes que esforzarte un poco al menos…
-Pero me aburro…
-Pero quieres volar ¿no es así?
-Está bien- dijo el niño de mala gana y siguió, mientras sus compañeros veían de reojo como lo habían regañado.
 Un ronquido se hizo lugar entre los iniciados.
- ¡Esta ves yo no tengo la culpa! - gritó el niño.
-Está bien, descansemos, ¡pero si quieren lograrlo lo antes posible estaremos toda la tarde!
- ¿¡Eh!? ¿Qué pasó? - Ido se acababa de despertar por los gritos de sus compañeros, acto seguido, se volvió a dormir.
 Dazu golpeó su palma contra su cara y salió caminando hacia la aldea. Los iniciados viendo cómo se alejaba el mago, se tiraron al suelo y dispusieron a descansar.
 Había pasado una hora cuando Franki abrió los ojos para ver como el mago se acercaba hacia ellos. Como era ya costumbre sacó un pergamino de uno de sus cuantos bolsillos ocultos para leer para sus adentros lo que decía y recordar.
-No lo recordaba tan así… pues bien.
- ¿Qué es eso Dazu?
-Ven, te enseñaré algo.
 Los demás seguían durmiendo plácidamente.
-Repite bien lo que voy a decir.
 El mago guardó el pergamino
-Pon tus manos hacia delante y repite las palabras conmigo.
 Al hacer lo que dijo el mago, una corriente de agua salió de la nada mojando a los 3 aldeanos dormidos.
- ¿Qué fue eso? - dijo uno de ellos
-Despierten que tenemos que seguir el entrenamiento.
- ¿Hacía falta usar agua…?
-Por supuesto Ido, nada mejor que un poco de agua.
 Franki callado todavía no creía lo que había hecho.
-No le enseñé nada nuevo al chico así que no se preocupen. Estos pergaminos tienen conjuros y hechizos fijos que no dependen del poder de cada uno a diferencia de técnicas avanzadas como lo es la levitación. Si se concentran por un par de horas en la levitación prometo enseñarles un par de pergaminos. El agua es sencilla así que podrán aprenderlo enseguida ya que no hace falta tener el papel para su invocación, pero hay algunos complejos que sí… Bueno, tienen trabajo que hacer, ¡en marcha!
 Los iniciados se miraron entre sí, asintieron con la cabeza y se dispusieron a meditar. El mago observó que Franki no había ocupado la roca, sonrió y se subió en ella.

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