Jimó - Capítulo 3


Capítulo 3

-Bueno señores, niño… La magia no es algo que van a poder hacer de la nada, los magos de mayor nivel pasan años perfeccionando sus habilidades, al igual que los guerreros van a tener que practicar mucho, pero eso sí, van a tener que pasar una gran prueba de iniciación… Yo la tuve que pasar, al igual que todos los magos que podrán llegar a conocer.
- ¿En qué consis…?
-Espera niño, solo déjame hablar. Cada uno de ustedes deberá estar, por así decirlo… Muerto por 3 días.
- ¿¿¡¡Tan fácil lo dices!!??- Exclamó uno de los 4 aldeanos que estaba presente.
-Por supuesto- El niño miraba asombrado y con miedo- Pero no te preocupes pequeñín, nada puede salir mal. Solo necesitan fuerza de voluntad, y si no los hubiera elegido a ustedes, es porque me habría dado cuenta que no la tienen, en especial tú Franki.
 Los hombres se miraron entre sí pasmados por la idea de no salir con vida, pero de forma temeraria se miraron entre sí, y asintieron con la cabeza.
-Cada uno debe decidir por sí mismo, y no porque yo se los diga. Hay una taza de 20% de que falle, en especial con los menores de 20 años de edad…
 Franki tragó saliva después de escuchar estas palabras, los demás pueblerinos tenían asegurada esa edad, pero tampoco quería quedarse atrás.
-He oído de un niño de más o menos tu edad que ha soportado la iniciación, pero fue dura… La misma persona que me inició a mí, mi maestro. Él fue uno de los mejores magos que he visto, y con solo unos pocos años de diferencia, sus habilidades me sobrepasaban en 30 años de práctica. Pero, de todas formas, solo tú puedes decidirlo. Nadie te va a obligar.
 El pequeño quedó anonadado, no por lo que le había contado sobre su maestro, sino por la idea de llegar a morir.  Luego se alejó por un momento, mientras el mago lo veía desaparecer entre la aldea.
 Franki visitó la tumba de sus padres, los cuales todavía no podía quitarse de la cabeza. Él mismo había estado en su casa cuando los habían asesinado, pero no creía lo que su mente veía en sus recuerdos: Al igual que a Marrow, una persona encapuchada, saltó delante de sus padres mientras de la nada, un ave negra trataba de atacar al agresor. En ese momento, su madre lo mandó a la cocina, y lo mandó a ocultarse en las alacenas, esperando que el asesino no lo buscara allí.
 El pequeño lloraba en la tumba, cuando luego de un rato se secó las lágrimas y corrió hacia donde estaba el mago. Ya había pasado casi una hora y el resto ya se habían decidido. Todos menos uno, el cual se fue a la colina en la que se encontraba el guerrero y el resto de sus amigos, a unas 2 horas de distancia. Ya habían comenzado la iniciación hace pocos minutos, en lo que, sin que Dazu preguntara, el niño le pidió que también lo iniciara. Éste asintió, y señalando el lugar con la vista el niño lo siguió. De pronto un cajón salió del suelo, en el cual, al entrar, el pequeño cayó inconsciente. Éste se enterró y apareció de la nada, una esfera brillante al igual a las otras 3 que se encontraban alrededor. Solo había una diferencia, el color de su esfera no era normal. El mago quedó sorprendido por lo que vio.
-Que he hecho…- Murmuró y calló sentado. Pensó y calculó las probabilidades de que el niño saliera con vida. Eran bajas, no había duda, pero estas quedaban de todas formas en sus manos… Ya no había qué hacer, quedo sentado bajo un árbol que yacía en las proximidades, sin alejarse del lugar para no perder visión de lo que sucedía.

 Mientras tanto, en una de las colinas cercanas.
-Señores, lo que tengo en mi mano se llama MEDE, muñeco encantado de entrenamiento. A simple vista parece inofensivo, pero cuando le dé instrucciones tendrán que combatir. Un guerrero no se hace de la noche a la mañana, se tendrán que levantar todos los días y hacer una prueba de resistencia. Luego de un mes podrán recién empezar a notar las diferencias. - el discurso de Sarím se hacía notar.
-Disculpe, ¿Cuándo podremos descansar? - Dijo uno de los campesinos con preocupación.
-No interrumpas, podrás descansar cuando estés muerto- estas palabras no ayudaron en nada a la autoestima del campesino, pero prosiguió- ya que ahora no hay tiempo para hacer la prueba, comenzaré por poner el MEDE a su disposición. Tiene diferentes niveles de pelea, vamos a comenzar con el nivel 1, son muchos así que van a poder contra él, no será fácil, pero nada lo es en la vida, adelante… ¿Acaso no es uno de los aprendices de Dazu? - dijo el guerrero interrumpiendo el inicio del entrenamiento y mirando en el horizonte una figura que se acercaba.
- ¡Ese tipo está loco! - gritó asustado el campesino que corría hacia los demás llamando la atención - ¡Quiere matarnos!
 Marrow lo miró con incertidumbre, ese campesino siempre había exagerado las cosas en el huerto donde trabajaba, “Un animal de 2 metros quería robar las zanahorias” dijo en una ocasión.
 Antes de empezar el entrenamiento, Sarím explicó en qué consistía la iniciación de los magos tratando de calmar a todos. Marrow no tardó en disgustarse y preguntar por Franki a lo que el guerrero le contestó que Dazu sabía lo que hacía, pero esto no fue suficiente. Comenzó el entrenamiento y para no ser sorpresa, Marrow fue quien más se desquitó. Solo le bastó un escudo de madera que parecía tener marcas de flechas para defenderse del MEDE y pasar a golpearlo con el mismo. Luego de 3 horas sin descanso comenzaron el retorno.

 No tardaron en pasar las horas cuando caía el sol por el horizonte, y aparecían las figuras de los campesinos acompañados del guerrero y el hombre que no quiso saber nada sobre la magia luego de haber escuchado sobre la iniciación. Marrow fue el primero, con un gesto de disgusto y furia pregunto a Dazu sobre el pequeño, quien contestó tratándolo de calmar que no se preocupara, que era normal que pasara eso. La desconfianza del campesino se hizo mayor cuando, al dar la respuesta, el mago apartó los ojos de su vista. Con más furia de la que ya tenía, Marrow amenazó con matar al mago después de esto si algo salía mal.
 Todos se fueron a dormir menos el mago que quedo en vela por si algo pasaba.


 

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