sábado, 28 de diciembre de 2019

Jimó - Parte 1.17

Capítulo 17

Unos minutos antes en el Emporio del Martillo Carmesí…
-Me gusta esta, me la llevo.
- ¿Qué pasó con tu otra espada?
-Le encontré una entalladura... al mínimo golpe se romperá.
-De todas formas, la veo un poco cara...
-No te preocupes Marrow, tengo mis propios fondos jajaja…
 El ruido en el exterior comenzó a ser cada vez más fuerte, interrumpiendo la charla de los guerreros en una tienda.
- ¿Tiene idea de qué está pasando? -preguntaron al vendedor.
-Al parecer son los anuladores, debe haber algún mago cerca... hace tiempo que no pasaba algo así.
-Uhh...
- ¿Pasa algo?
-Nada, aquí está el dinero, gracias.
-Siempre es un placer hacer negocios. Si hay un mago cerca no tardarán encontrarlo, no creo que sea alguien muy inteligente si se muestra en esta ciudad... Mmm no parecían tan apurados.
  El vendedor se había quedado hablando solo para cuando la transacción se había completado, dado que Sarim y Marrow salieron de la tienda siguiendo el rastro del grupo de anti magos lo más rápido que pudieron.
-No puede ser, tenemos que encontrarlos lo antes posible.
-Espero que no haya sido culpa de Franki...
-No creo que haya sido su culpa... No esperaba usar esta espada tan pronto, la quería para entrenar... -agachó la cabeza Sarim con una mueca de desilusión.
-Entonces, ¿los buscamos o seguimos a los anuladores?
-Si los seguimos creo que los encontraremos antes... de todas formas podremos emboscarlos de manera más fácil...
-No son pocos Sarim…
-Son anti magos Marrow -refutó su maestro con una sonrisa confiada.
-Ya veo... Bueno, en realidad no te estoy entendiendo...
-Jajaja no te preocupes, y aunque quieran atraparlos, Dazu está con ellos.
-Está bien…
 Un grupo de anuladores patrullaba a cinco cuadras del Coliseo, dirigiéndose al mismo, mientras que los magos se alejaban lentamente del lugar con dirección contraria, yendo hacia la entrada de la ciudad.
- ¿Qué tiene el libro?
-No entiendo Franki.
- ¿Mmm?
-Lo se Ido, es que solo hay números y algunas letras aquí, no dice nada más... y sigue lo mismo... hasta el final...
- ¿Tanto problema por un libro que al final solo tiene letras y números? - Se quejó Ido
-No puede ser solo eso Dazu.
-Mmm…
 El mago observó concentrado el libro mientras caminaban, leyendo y releyendo siempre el mismo patrón, ocho números seguidos de una o dos letras.
-Esperen ya lo entendí...
-Dazu... creo que tenemos un problema… -alertó a su maestro.
-Uhh... Franki, no estabas flotando ¿o sí...?
-No.
-Mmm... Si no hay otra forma…
 Diecinueve anuladores estaban detrás de ellos para cuando Dazu quiso darse cuenta, en lo que el mago observó el techo de un edificio detrás del numeroso grupo.
-Llegó la caballería, no estamos tan mal... -En lo que sonrió.
- ¿A qué te refieres Dazu?  -Preguntó Ido -Ahh…
 Los anuladores miraban a los 3 magos que se encontraban a pocos metros con sonrisas bastante marcadas, en lo que, sin darse cuenta, dos de ellos cayeron sin que se dieran cuenta en la retaguardia cuando se lanzaron a correr hacia sus preciadas presas.
 Sarim y Marrow habían saltado del techo cayendo sobre los últimos dos anti magos del grupo, golpeándolos con los mangos de sus espadas, dejándolos inconscientes.
 El capitán del grupo frenó el ataque ante esto, reuniendo a su grupo en lo que pareció ser el centro de lo que iba a ser su campo de batalla.
- ¿De dónde salieron esos dos? No importa, somos mayoría, no creo que estén muertos -dijo señalando a los anuladores que estabas siendo usados de asiento por los guerreros -Ustedes seis encárguense de los de atrás, en un momento llega el grupo de respaldo de ser necesario, traten de suprimirlos lo antes posible si no quieren compartir la recompensa con más personas.
-Así que van a venir más… Ido, los de la izquierda son tuyos, Franki, tu tranquilo y no tengas miedo por más que sean.
-Sigo pensando en el señor Val... Su cara…
-Concéntrense – Interrumpió su maestro.
 Ido asintió sin decir nada, mientras que el niño tragó saliva.
-Ustedes dos vallan por el niño... Ustedes –dijo, y señalando a otro grupo de tres prosiguió-ayúdenme con el de pelo gris, el resto al colorado.
-Mmm... no tenemos los MEDEs encima... -pensó Ido
-Ven niño, no te haremos nada.
 El niño comenzó a ascender en sentido contrario al que se hallaban sus perseguidores, levantando a su vez pedazos de tierra y piedras que se encontraban en el suelo y lanzándoselos a los últimos, quienes anonadados lo miraban sin saber cómo era que flotaba.
-Ese no es un simple chico, ¡cúbranse! -gritó un anulador luego de recibir unas de las tantas piedras que se dirigían hacia él.
- ¡Buena idea Franki! -Su compañero lo imitó elevándose sobre una piedra y usando otras como proyectiles.
-Qué remedio... -el maestro había sido rodeado. -Me trae recuerdos -dijo sacando un pergamino e invocando una gran bestia de cuatro metros de largo - ¡Sal Atasu!
 Esto llamó la atención de todos.
-Será ¿Jimdrill?... No lo creo... -Dudó Franki.
- ¡Es el hermano mayor! -respondió su maestro, mientras la gran invocación irrumpía el suelo.
- ¿Qué fue e..?
 Un terremoto hizo eco en el lugar, seguido de una insegura calma.
- ¡Agrúpense!
 Los anuladores hicieron caso a su jefe, mirando hacia todos lados sin entender lo que sucedía, pero sólo empeoró el momento dado que el animal irrumpió por debajo de ellos enterrando a su paso a varios de los hostigadores.

 El jefe despertó luego de estar unos segundos inconsciente, gracias a la aparición de una extraña mujer, dándose cuenta de que tenía la mitad del cuerpo enterrado y que se encontraba a unos cuantos metros de donde sucedía la batalla.
- ¿Quién eres? Mátame de una vez, esta es suficiente humillación.
- ¿Quieres atrapar a esos magos verdad? -La chica lo observaba con una enorme sonrisa. -Si me ayudas, entonces te sacaré de ahí.
-Mmm... ¿Cuál es el truco?
-Ninguno, solo quiero algo que ellos tienen.
-Está bien... pero sus cabezas vienen conmigo.
-Sostente fuerte…
 Para sorpresa del arrogante anulador, la chica que no aparentaba más de 20 años, tras un delicado tirón, y sin mucho esfuerzo logró su cometido.
-Gracias, pero de todas formas debemos darnos prisa, no pienso compartirlos con nadie más.
- ¿Piensas que podrás tu solo? -Se reía en tono burlón.
- ¿¿A qué te refieres?? -El hombre comenzaba a perder la paciencia. - ¡Solo acércate y mira por ti mismo!
 El anulador siguió el consejo con mal gusto, observando el panorama, y dándose cuenta de que ninguno de sus súbditos quedaba en pie. Los anuladores no habían presentado dificultad para Marrow y Sarim, quienes, con algo de agilidad, y usando los mangos de sus armas, los habían dejado dormidos, dado que los opresores quedaron sorprendidos al ver que sus redes no hacían ningún efecto sobre ellos. Los aprendices habían atacado a distancia apedreándolos y la bestia pareció divertirse como si de un juego se tratase antes de ser des invocada.
-No voy a decir nada... Espera, ¿El golpe me ha afectado la cabeza?
 Una segunda mujer, igual a la que lo había ayudado, salió de las sombras, con la diferencia de que esta se mostraba impaciente.
Mientras tanto, el grupo se reunía.
- Ahora te entiendo Sarim, al ser anuladores solo saben tratar contra magos, aunque mucho no pudieron hacer...
-No nos tranquilicemos, de todas formas, escucharon a ese tipo, van a venir más. Dazu, ¿pudieron dar con algo de información?
-Más que eso... dimos con el libro -respondió mostrándolo.
- ¿Y qué es lo que dice?
-Es más confuso de lo que esperaba... son coordenadas...
- Fácil, habla de un lugar.
-Es más que eso Sarim, habla de muchos lugares...
-Chicos, siento arruinar este agradable momento, pero como dijo Sarim, creo que ese tumulto de personas que vienen por allá no nos regalaran nada, y no parece que sean solo los anuladores...
-Ido, esa es la Guardia... estaremos en un problema si no nos vamos pronto- respondió el guerrero a este. -Sarim, ¿desde cuándo los anuladores son tan amables con la guardia?
-No lo sé Dazu, pero parece que no fueron ustedes los que llamaron la atención desde un principio...
- ¿Se llevan mal?
-No Marrow, pero los anuladores se hicieron fama de egoístas... Dazu, tenemos que irnos lo antes posible.
- ¿Se puede saber hacia dónde?

Todos se sorprendieron de la pregunta, la cual venía de una de las gemelas que se encontraban a unos metros en dirección opuesta a la cual venían las tropas.

- ¡Parece que los acorralamos Sunny! -Dijo entusiasmada una de ellas.
-Aja... -respondió ésta con pocas ganas.
-Lo siento, estamos apurados. -comentó con seriedad Dazu.
-A nosotras nos da igual, mientras nos entreguen lo que llevan ahí...
-No tenemos tiempo para juegos -refutó el mago.
- Parece que se lo quitaremos por la fuerza... Moony, ya sabes.
 La chica sonrió aún más al recibir la orden y avanzó a gran velocidad, lo que llamó la atención de todos. En un instante estaba encima del mago, en lo que éste, sin poder reaccionar ante tal velocidad, estuvo a punto de perder el libro. Sarim fue el único que, con destreza, se adelantó a éste hecho, bloqueando, aunque sin intenciones de cortar, la mano de la chica, quien, de un salto hacia atrás, se repuso a pocos metros de donde se encontraban, junto a su hermana.
 - ¡Lo quieren poner difícil hermanita!
-...
 Ambas sacaron un par de dagas, y en posición agresiva, se dispusieron a atacar nuevamente, esta vez juntas.
- ¡Franki, sube! -Dazu dio la orden y acto seguido lanzó el libro, en lo que el niño se elevó a gran velocidad atrapando el objeto.
-Oh no, no lo vas a lograr.
 Una de las chicas se adelantó y frenó agachándose frente a la otra para impulsarla en un salto, en el cual por muy poco logró, la otra, tocar al chico, pero sin obtener resultados.
- ¡Maldito enano!
-Tranquilízate Moony, en algún momento tendrá que bajar.
- ¡No bajes por nada del mundo!
-Si lo quieren poner difícil, no vamos a ceder. De todas formas, los que no tienen tiempo son ustedes.
-Uhh... -El mago tragó saliva tras darse cuenta de que los soldados se encontraban ya a pocas cuadras, y tras agachar la cabeza, habló. -Franki, cuida el libro. Ido, lleva contigo a Marrow.
-Pero Dazu...
-Hazle caso Marrow, nosotros nos encargaremos de distraerl…
 Una extraña sensación se hizo presente en cada uno de los presentes, notándose incluso a la distancia en que se encontraban los refuerzos. Se podía ver como un pequeño tornado crecía sin razón aparente, lo que cambió el estado de ánimo de la mayoría en un santiamén, tanto para bien en algunos, como para mal en otros.
-Franki, Ido, Marrow, sé que podrán descifrar las coordenadas, escapen mientras pueden, les prometo que los alcanzaremos -Un aura de confianza crecía en Dazu al decir estas palabras.
-... -A ninguno de los tres aprendices le salía una palabra luego de lo dicho, dado que la situación no lo ameritaba.
- ¿Qué están esperando?  Ya escucharon a Dazu, ¡vallan!
- ¡Qué lindo!¡Una despedida! Una lástima que vallan a morir -Interrumpió Moony.
-No te dejaré -Dijo Sarim interponiéndose en su camino.
- ¡Hmp!
- ¿Me podrás hacer frente... Invocador? -Preguntó con seriedad Sunny, a lo que el último no respondió nada.
 Ido, acompañado de Marrow sobre una enorme piedra, se elevaban alejándose de lugar, llamando la atención del niño, quien con una cara de amargura trataba de dejar atrás el lugar donde su maestro comenzaría una batalla.
-Estarán bien Franki, ellos saben lo que hacen -alentó el pelirrojo.
- Aja…
-Será mejor que nos alejemos, parece que un fuerte viento quiere provocar un tornado o algo por el estilo...
- Así parece Marrow, será mejor que nos sigas de cerca Franki.
- Esta bien...

sábado, 21 de diciembre de 2019

Jimó - Parte 1.16


Capítulo 16

Revisando las ganancias de la última cosecha se encontraba Dazu, mientras su pequeño ayudante, y a su vez aprendiz, intentaba leer viejas noticias de diarios que se encontraban apilados en una habitación de la ex, y vieja casa del anciano que había abandonado la aldea. Siempre que era posible, el maestro corregía a Franki haciéndole notar su error, y a su vez lo reprochaba, ya que, al no tener vista directa del niño, cada vez que se levantaba, cierta persona se encontraba levitando a pocos centímetros del suelo conservando su posición de cuclillas.
- Diario de Horno Dado
-Dorado -corrigió Dazu.
- ¿Y cómo lo sabes? -reprochó.
-Porque muchas veces leí artículos del diario de ese lugar, sigue leyendo y pregunta menos... ¿Dónde estaba...? Ahh si... y todo esto... Perfecto es una buena noticia para todos, podremos comprar mejores víveres el próximo viaje... ¡No te escucho leer!
- ¡Se ha apagado una gran voz...! -comenzó y paró.
 El niño apareció flotando, un poco molesto, a través del vano de la habitación donde se encontraba el mago con un diario en mano y sin sacar la vista del pedazo de papel.
-Hmp... ¿Qué sucede ahora Franki?
- ¿Cómo se pronuncia esto? Es muy difícil.
- ¿Interrumpo algo? - dijo Ido al entrar en la casa.
-Está bien Franki, luego lo vemos, ya leíste mucho por hoy.
-... está bien.
-Se supone que tenías que venir a leer con Franki temprano.
- Ehh... jeje... respecto a eso... los demás quieren aprender nuevas técnicas...
- Te pasé por diez artículos hoy jajaja
 Ido agachó la cabeza.
-Está bien, pero de todas formas mañana ven temprano, ahora iremos con los demás y antes de que se ponga el sol podremos dar las buenas noticias a todos.
 La noticia anunciada alegró a más de uno, y a otros por el trabajo bien hecho, dado que hace tiempo no se sentían orgullosos por ese motivo. La facilidad del trabajo gracias a la magia se había notado, y los guerreros ya no lo veían con un trabajo tedioso, sino como un entrenamiento, en el cual cada uno trataba de hacer un tiempo récord por cierta medida de terreno.
 Esa misma noche, Dazu, mientras organizaba los diarios que tenía para ejercitar a sus discípulos en el arte del buen leer, encontró el artículo que tanta dificultad había llevado a Franki a molestarse, descubriendo para sí una gran sorpresa.
"Diario de Horno Dorado:
¡Se ha apagado una gran vos! Drat Val, uno de los dueños del gran Circo ValTe acaba de anunciar, a través de una carta, la disolución del mismo. Las razones no fueron dadas, pero al parecer se desconoce el paradero del señor Mortis Tenaflez"
-No puede ser... ¿Porque terminó en sus manos...?
 Confundido luego de leer el artículo, el mago avisó a su amigo, y a primera hora del día siguiente, anunció un nuevo viaje con la excusa de vender una parte de los productos elaborados.
-No se crean que se van a salvar de leer.
-Uhh... -reprocharon al unísono.
-Como pudimos olvidarnos de su nombre? Bueno la verdad no leía tanto los diarios y la fecha de ese artículo fue de un par de meses después de la función a la que fuimos... Hace 10 años... - el mago bajó la cabeza con una mueca de disgusto en su cara.
 Antes de que Franki alcanzara a preguntar algo, Sarim cambió el sentido de la conversación.
-Era una maravillosa vos, ¡eso era muy cierto! No saben la cantidad de personas que querían ver ese espectáculo circense...
 El niño comenzó a flotar cerca del que estaba hablando, interrumpiéndolo.
-Tengo una duda...
-Dime.
- ¿Qué es un circo?
-... Uhh... Cuando tengamos oportunidad iremos a uno... Por el momento tenemos que conocer el paradero del señor Val...
- ¿Qué no era este viaje para vender mercadería?  -Interrumpió Ido.
-No seas lento Ido, claro que lo haremos -se burló su maestro -Pero necesitamos ese libro, por ahora a lo tuyo, lee.
-Uhh...
-Pero Dazu... No encontraremos información en Piedra del Alma ¿o sí?
-Lo dudo -se dirigió al pequeño -Pero creería que nuestro amigo bibliotecario podría aportarnos algo de información.

 Para la mala fortuna, al llegar a la biblioteca, el encargado era otro, y negó la existencia de algún otro compañero suyo al menos en el transcurso de varios años. De igual forma en la universidad, nadie conocía a alguien con su descripción, ni siquiera las personas más longevas.
 Se volvieron a reunir en la gran plaza de la ciudad, un lugar donde ni un edificio había sido levantado y los árboles habían crecido libremente por varias décadas, dando la sensación de haber entrado al bosque nuevamente.

- Estamos como al principio, o quizá peor...
 El viento sopló en dirección al grupo, haciendo que un trozo de papel chocara contra la cara del niño.
-Ni siquiera tienen respeto por la naturaleza en estos días...
-Son números y letras...
- Es una dirección... No se preocupen.
- Entonces... ¿Alguna idea de qué hacer? Con Marrow ya vendimos todo y compramos un par de cosas...
- ¿Dirección? -Interrumpió Marrow.
-No te preocupes Marrow, Sarim no lo sé, si pueden averiguar algo en el Emporio del Martillo Carmesí se los agradecería.
-Mmm... Está bien, nos vemos luego -dijo el último y dejaron el lugar.
-Calle inundada 3496...
- ¿Qué dices Franki?
-Calle inundada 3496, eso dice el papel.
-Mmm... Creo que es la calle del coliseo... olvídenlo...
 Nuevamente sopló el viento y consigo, otro trozo de papel se acercó lentamente a ellos, esta vez, pasando más cerca de Dazu.
- ¿Mas basura...? -algo le llamó la atención y miró a los alrededores buscando algo, o alguien.
- ¿Pasa algo? -Preguntó Ido.
-Franki, préstame la nota... - luego de mirarla por arriba por unos segundos reaccionó -Creo que iremos a ese lugar después de todo.
-No entiendo.
 El mago les mostró a sus alumnos los papeles, los cuales tenían la misma forma de escritura, con una diferencia en la segunda, respecto a la primera. Solo contenía dos letras en un tamaño un poco exagerado.
 "DV"
-Podría ser una trampa...
-También lo pensé Ido, pero no tenemos información, más que esto... Franki, no se te ocurra levitar en la ciudad, se darían cuenta y llamarían la atención de los anuladores.
- Hmp...
 Ya acercándose al lugar, pudieron darse cuenta que no quedaba muy lejos del coliseo. La dirección mostraba una casa pequeña, un poco abandonada a la vista con un toque un poco siniestro, que espantó al niño. El mago tocó la puerta con el niño detrás de sí, mientras Ido seguía mirando la fachada de la casa.
 Nadie respondió al llamado, solo una nota que salió, unos segundos después, por debajo de la puerta. La escritura era sofisticada, un poco distinta a las notas que habían encontrado antes.
-"¿Quién es y que se le ofrece? "
 Los tres quedaron desconcertados cuando el niño leyó la carta en voz alta, a lo que su maestro respondió.
-Buscamos al señor Val, ¿de casualidad sabe dónde se encuentra?
 Una segunda nota corrió por debajo de la puerta.
-"¿Cuantos son? Presiento que alguien no ha hablado" -Leyó nuevamente Franki.
-Somos tres, un niño y dos adultos -respondió esta vez Ido, en lo que, tras un breve momento la puerta, rechinando, se abrió.
 El ambiente apagado demostraba orden, a pesar de estar todo cubierto por una fina capa de polvo. Un hombre, de una avanzada edad, se encontraba sentado sobre un sillón en una esquina de la casa, detrás de un pequeño escritorio.
 A pesar de que no se le notaba el rostro por la oscuridad, se notaba una pila de hojas en blanco, otra pila escritas y un tintero. Al observarlos detenidamente comenzó a escribir.
-Es usted, ¿Verdad?
 En caso omiso, el señor siguió escribiendo, y al terminar tiró el papel al suelo, haciendo que llegue hasta los pies de sus invitados.
-"¿Los manda Mortis?"
- ¿Mortis? Solo buscamos al señor Val, necesitamos un libro, según sabemos está en su poder.
 El niño se acercó flotando al señor.
-Por favor señor, ayudeno...
 Al lograr ver el rostro, Franki retrocedió aterrado, mientras su maestro lo veía enojado y confundido a la vez.
 Una última nota fue escrita y arrojada.
-"Sé que libro buscan, y confío en que no vienen de su parte, ahora será su problema. Por cierto, tu cara me suena conocida de algún lado, pero no me hagas caso, solo soy un viejo decrépito ahora, Tomen el libro y lárguense." -Leyó Dazu aún más confundido y atrapando el libro que le habían lanzado.
 Agradecieron en silencio y dejaron la casa sin siquiera mirar la tapa del tan buscado objeto, asombrados y sin comprender lo que acababa de suceder.